martes, 1 de enero de 2013

EL TRECE




     Nací el trece de junio de 1970 y, según mis padres, pasé con mi madre mis primeros días de vida en la habitación 1313, planta trece puerta trece, del Hospital del Valle Hebrón de Barcelona. El teléfono de mi casa tenía un trece y cuando me dieron mi primer DNI también había otro trece. Llevaba el trece cuando jugaba al baloncesto y siempre que aparecía este número, con mucha frecuencia, en la habitación del hotel, en los comedores, en clase o en cualquier sitio solían bromear conmigo.
     De niño siempre pensé que con una vida tan relacionada con ese número cuando llegara el año 2013 este sería mi año de la suerte. Me imaginaba viejo y feliz, rodeado de dicha al llegar esa fecha.
   La situación no pinta bien para nadie pero quiero ser positivo y pensar que puede que sea así, que mi intuición infantil será cierta y será un año bueno para todos.


1 comentario:

Elena Casero dijo...

Yo también lo espero, que el 13 no sea sinónimo de mala suerte, porque yo no confío en que sea así.

Feliz año, y muchos besos