domingo, 17 de enero de 2010

SOBRE JAZZ, BLUES Y ROCK (I): NICK DRAKE


SOBRE NICK DRAKE (1948-1974)
por Antonio Sánchez

La vida del cantautor británico Nick Drake fue breve pero a nivel artístico lo suficientemente intensa como para que sea considerado un referente para una legión de músicos que veneran su obra. Tan sólo publicó tres discos en vida en un intervalo de tres años (1969 a 1972), ninguno de ellos vendió demasiado y las expectativas que tenía puestas en él su compañía discográfica (Island) quedaron en nada, e indirectamente pudieron contribuir a la depresión y los problemas mentales que le llevaron al suicidio por una sobredosis de pastillas. Drake murió a los veintiséis años y su evolución personal es compleja; es difícil imaginar cómo un chico sano y deportista cambia de la noche a la mañana y se torna un músico obsesivo y perfeccionista espoleado por algunos críticos musicales llevando a partir de entonces una vida enfermiza plagada de excesos con las pastillas y la marihuana a la búsqueda de un reconocimiento artístico que le llevara a conseguir un éxito discográfico que nunca llegó.
Esta ansiedad por conseguir el éxito se agravó al no conseguirlo fácilmente y la inseguridad que le producía se tradujo en un comportamiento que paradógicamente le impedía llegar al gran público, dejó de actuar en directo y se negaba a conceder entrevistas y a promocionar sus discos. Su discos desprenden melancolía y tristeza y musicalmente pasó de adornar sus canciones con arreglos orquestales y jazzísticos, con el acompañamiento de músicos de Fairport convention e incluso del mismísimo John Cale de la Velvet Underground, a desnudar sus canciones del todo e interpretarlas tan sólo con su guitarra acústica y ocasionalmente con un poco de piano.

Sus letras son enigmáticas y oscuras, hablan de amor, incomprensión, soledad y sueños, y están trufadas de referencias a la naturaleza. Su primer disco "Five leaves left" es una bella forma de expresar los pensamientos de un joven autor con unos arreglos musicales bellos y sutiles que parecían presagiar grandes logros para el futuro; entre sus temas más destacados figuran "River man", "Day is done" y "Fruit tree". Las ambiciones apuntadas en su primer disco se redondean musicalmente con un segundo disco exquisito, con letras más maduras, preciosas melodías y un acompañamiento musical excepcional, "Bryter Layter" es un disco que lo tenía todo para haber llegado a un público lo suficientemente amplio como para que la frágil sensación de seguridad en sí mismo de su autor le llevara a proseguir una carrera que sólo empezaba a despuntar; pero el disco fue un desastre de ventas que provocó un enfriamiento en sus relaciones con la compañía discográfica que se acabó desentendiendo de él, entre sus mejores temas "Hazey Jane", "Fly", "Poor boy" o "Northern Sky". La confianza en sí mismo desapareció y el proceso depresivo le llevó a abusar de la medicación que tomaba para superar sus problemas de insomnio y a abusar también de la marihuana; pero aún tuvo fuerzas para convencer a la discográfica para que le dejaran grabar tan sólo en cuatro horas un disco acústico, desnudo y eterno.

"Pink Moon"es sin duda alguna su mejor obra, en ella parece que la total ausencia de otros músicos y de arreglos lleven las canciones a lograr un nivel de intimidad con el que las escucha que hace que parezca que las haya compuesto expresamente para cada uno de los oyentes, y es que temas como "Pink moon", "Place to Be", "Things behind the sun", "Know" o "From the morning" son eternos; después de la publicación de éste trabajo y de su paso desapercibido en las listas británicas Nick Drake decidió apartarse de la música argumentando que después de un disco como "Pink Moon" no tenía nada más que decir, y literalmente desapareció de la escena musical, se fue a vivir al campo con sus padres, que veían con preocupación cómo una profunda depresión se apoderaba de él; ocasionalmente volvió a grabar algún tema suelto que no llegó a publicar en vida y a la edad de veintiséis años murió en lo que parece que fue un suicidio.

Su muerte pasó tan inadvertida como sus discos para el gran público y el olvido cayó sobre él, incluso su discográfica descatalogó sus discos, pero poco a poco empezó a ser reivindicado por nuevas generaciones de músicos que se inspiraban en sus canciones y a día de hoy está considerado como un famoso artista de culto.

Entre los músicos que lo citan como una de sus mayores influencias están The Black Crowes, Robert Smith, Peter Buck, John Martyn, Paul Weller, Kate Bush, Lucinda Williams, Jackson Browne, Will Oldham, Tom Verlaine o Mark Eitzel; algunos han versionado sus temas como Norah Jones con "Day is Done", Brad Mehldau con "River Man" y "Poor Boy", The Mars Volta con "Things behind the Sun", "The soundtrack of our Lives" con Fly o el mismísimo Elton John con "River Man", "Way to Blue" y "Poor Boy".

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